jueves, 14 de junio de 2018

NO ENOJARSE CON EL HERMANO

Mateo 5:20-26


20 «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.


21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal.


22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.


23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,
24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.


25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.


26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.


REFLEXIÓN 

*NO NOS ENOJEMOS CON LOS HERMANOS*

Hoy el Evangelio no sigue hablando del Amor y en esta ocasión Jesús profundiza la Ley de Dios contenida en el Antiguo Testamento. Da una interpretación más profunda de la Ley y pide un compromiso más a fondo con el Evangelio: una interpretación plena y definitiva. No basta el cumplimiento de algunos ritos para tranquilizar la conciencia. Dios Padre que nos ama, busca hijos e hijas capaces de vivir con intensidad, al estilo de Jesús.

Las palabras crean situaciones que afectan a los demás. Personas simples pueden ser afectadas en su autoestima por etiquetas que los demás les aplican sin consideración. Por eso antes de ir a rendir culto a Dios analicemos si hemos ofendido o insultado a los hermanos y pidamos perdón. E, incluso, debemos ir más allá: examinar si alguien tiene algo en contra de nosotros, si se siente ofendido o dañado, aunque no hayamos tenido la intención de ofender.

Dios sólo acepta la ofrenda de un corazón humilde que sabe rehacer los lazos de hermandad que ha roto con su egoísmo y falta de consideración.

*En esto Francisco pone suprema atención: la vida fraterna*. Una de las propuestas que Francisco pone de manifiesto, es el de no litigar. No discutir con nadie. Por ser menores, los hermanos deben ir por el mundo, dice el santo en su segunda Regla, no litigando, ni contendiendo de palabra con nadie, y hace un llamado a no juzgar a nadie (Cf. RB 3,10-12). Sólo así podremos construir la fraternidad, y este sentido de fraternidad nos hará felices y plenos nos dice la Regla de la OFS (13b).

"Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos adelantado" (1Cel 103)

Paz y bien

Hno. Wilfredo Argueta, OFS



No hay comentarios:

Publicar un comentario