2 de septiembre de 2018
MARCOS 7
6 El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros,
hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su
corazón está lejos de mí.
7 En vano me rinden culto, ya que enseñan
doctrinas que son preceptos de hombres.
8 Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la
tradición de los hombres.»
14 Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme
todos y entended.
15 Nada hay fuera del hombre que, entrando en él,
pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al
hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres,
salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos,
22 adulterios, avaricias, maldades, fraude,
libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.
23 Todas estas perversidades salen de dentro y
contaminan al hombre.»
Me llamó poderosamente la atención el evangelio de hoy en
relación a que del corazón del hombre nace todo lo que es dolor… sin embargo
Jesús les hace la observación con fuerza a los fariseos y sacerdotes de la
época… será que igual podría hacerla contra aquellos que decimos servirle, ser
testimonio y sobre todo ser ejemplo para otros en el amor de Dios
¿Qué hacemos los cristianos para cuidar nuestro corazón?
Vivimos en una sociedad completamente combulsionada y con un espíritu de
egoismo y maldad pensando en los intereses que me convienen y no en los que le
pueden servir a mi hermano
La carta apostólica Gaudette del Papa Francisco nos invita a
ser santos desde lo sencillo, desde la pobreza de corazón siendo imitadores de
Cristo en todo lo que hacemos, por tal motivo es cierto que debo de buscar su
voluntad todos los días en mi vida, sin embargo también debo pedir mucho
auxilio del Espíritu Santo para que mi corazón pueda hacer varias cosas
importantes… ¡perdonar, amar y ayudar! Incluso a nuestros enemigos, a quienes
nos hacen daño y a quienes están en contra de nosotros
La vida es un reflejo de las cosas que hacemos… San Romero
nos enseñó que no importa lo que otros piensen, siempre y cuando hagamos lo que
sea correcto al corazón de Dios nuestra vida estará en el lugar correcto siendo
una entrega a Él sin entrar en problemas con Dios, pero no importa si a la
gente no le gusta la verdad… hay que decirla y así luchar por una justicia en
el amor al prójimo
No seamos hipócritas como fariseos… seamos santos como
Romero
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